SUMMARY
“Clínica” es uno de esos términos que, corrido de determinados contextos, provoca desconcierto. Generalmente asociado a la cura de pacientes, se lo suele acotar al ámbito de la salud y la enfermedad física y/o psíquica. Por fuera de ello, suele ser relegado. ¿Qué pasa cuando se lo intenta pensar dentro de la universidad? Me gustaría comenzar por presentar al enfoque clínico como una ética del encuentro y una relación con el saber particular en el marco de las prácticas de formación y/o investigación. Compromete una presencia que reposiciona radicalmente la alteridad. Supone una elección y una elaboración paulatina en el tiempo. Ya sea desde la formación y/o la investigación en los diferentes y variados contextos institucionales, este enfoque pone en el centro de su fundamentación al trabajo con el otro desde el trabajo con uno mismo. Esto es, no elude la cuestión de la propia subjetividad implicada en el singular encuentro con el otro. Desde esta perspectiva, me propongo dar cuenta del desarrollo de una sensibilidad clínica en mis prácticas de profesora y formadora como una construcción elaborada en el tiempo de la duración, en un análisis a posteriori, en una reflexión pensante sobre lo vivido, actuado y sentido. Asimismo, reconozco que dicha sensibilidad se nutre y a la vez, enriquece la reflexión sobre la noción de relación con el saber.