SUMMARY
La formación profesional tiene grandes retos, como contribuir a reducir el porcentaje de desempleo juvenil, adecuar la formación de los alumnos a las exigencias del mercado laboral, ayudar a desarrollar en los alumnos la capacidad de adaptación a los cambios en los métodos de trabajo y educar a los ciudadanos para vivir en una sociedad democrática. Para lograrlo, la formación profesional debe adaptarse a los cambios culturales, económicos y sociales de los alumnos y a sus dificultades de aprendizaje. En particular, la adaptación al uso muy frecuente de tecnologías como teléfonos portátiles, tabletas y ordenadores personales. La educación también debe tener en cuenta las adicciones de los estudiantes a las drogas psicoactivas. La investigación sobre las dificultades de aprendizaje puede brindar información útil para modificar los programas de estudio y el uso de tecnologías educativas en la enseñanza puede ayudar a resolver estos desafíos. La formación del profesorado es el elemento fundamental para mejorar la educación.