SUMMARY
Los estudios sobre la práctica imperial han prestado una atención limitada a cómo esta afectaba a sus poblaciones, que aparecen como simples pacientes de una política que les era ajena. La renovación de la historia política, económica y administrativa ha puesto en valor el protagonismo de la escala local a la hora de construir, gestionar y hacer evolucionar los proyectos de hegemonía. Es preciso incorporar el papel de los habitantes de los dominios del rey católico en América, Asia, África y América en los análisis de cómo fue posible la hegemonía imperial, de cómo evolucionó y cómo fue apropiada en cada momento por estas sociedades. Se podrá así entender las fortalezas, los límites, las permanencias y las opciones efectivas de un imperio hecho por personas.