SUMMARY
El artículo explora cómo se construye en el “presupuesto participativo” al vecino como figura legítima de participante. Es decir, qué atributos, saberes y capitales son enunciados y valorados públicamente por los actores cuando se refieren a los sujetos que participan. La construcción de la figura del vecino marca cuáles son las formas específicas de compromiso participativo impulsadas y celebradas por el Estado. Sin embargo, los atributos legitimados por el Estado para dar cuenta de esta figura no siempre son replicados por los participantes, sino que se hallan sujetos a disputas e impugnaciones. Mediante este tipo de políticas participativas se promueve cierto tipo de participación, que moviliza una forma de compromiso basada en el trabajo con el Estado pero que desalienta las interpelaciones críticas sobre el accionar cotidiano del mismo que se consideren con intencionalidad política. El análisis se nutre de observaciones participantes realizadas en una localidad de la provincia de Buenos Aires, Vicente López, cuyo Estado municipal aplica esta política pública desde 2012 hasta la actualidad.