SUMMARY
El presente estudio analiza el influjo que, en los años cuarenta, ejerció en los artistas españoles -y, entre ellos, en el pintor Juan Antonio Morales- el arte italiano, y en concreto el nacido al abrigo de la revista Valori Plastici (1918-1922), una publicación que surgió con el propósito de unir a la auténtica tradición italiana, el moderno lenguaje figurativo de Cézanne o del cubismo: actitud bastante ambigua que les permitía ser modernos sin perder por ello su identidad nacional. Precisamente la huella de estos artistas italianos -y de sus continuadores: el grupo Novecento-, es la que este artículo intenta descubrir, rastreando para ello en la obra de aquellos jóvenes pintores españoles que, aislados del exterior y sin saber con exactitud si lo que hacían era, a escala europea, vanguardia o retaguardia, se verían obligados a recuperar, bajo el signo estético del eclecticismo, los viejos idearios prebélicos.