SUMMARY
El texto esboza una genealogía sintética de la participación apoyada en tres
momentos: la apertura utópica de los años 60, el cierre directivo de finales de los
años 70 y los años de resistencia posteriores a la crisis de 2007, tercer momento
en que se han consolidado prácticas de solidaridad y de revisión crítica de la
radicalidad utópica. En este archipiélago temporal las prácticas participativas
se delimitan al contraponer a las modalidades críticas la participación dirigida,
que se considera sobrevenida y que aún reconduce el trabajo de la participación
en beneficio de la legitimidad de lo instituido. Mediante sucesivas perspectivas
teóricas, el texto problematiza el lugar de lo instituido, afirma la desmesura de lo
imaginario y ensaya en el campo de las artes una definición de las modalidades
dirigidas y críticas de participación.