SUMMARY
Desde antes de la alternancia del año 2000, se
planteaba la necesidad de un gran acuerdo para
la gobernabilidad democrática en México. La
incapacidad de los gobiernos panistas, durante
doce años, para llevar a término su agenda
reformadora hizo creer a muchos que se necesitaba
una reforma institucional que fortaleciera al
Presidente. En este sentido, el Pacto por México
fue una sorpresa, ya que innovó los mecanismos
de acuerdo político que posibilitaron la aprobación
de siete reformas constitucionales, que en
los dos gobiernos emanados del pan habían enfrentado
una rígida oposición, incluida la del pri,
que ahora encabezaba el gobierno. Este artículo
analiza la negociación del Pacto y la naturaleza
de las reformas aprobadas. Se concluye que, a pesar
del optimismo reformador con el que inició
el gobierno de Peña Nieto, las reformas no han
logrado promover el crecimiento económico esperado,
tanto por la caída en el precio del crudo,
como porque su implementación ha estado en manos de una administración poco experimentada
y con problemas de corrupción.