SUMMARY
Wittgenstein y Apel pretendieron definir el constitutivo formal del sujeto intérprete del lenguaje a partir de las propuestas de Frege o de Peirce, pero en ambos casos sus propuestas se acabaron volviendo paradójicas. Primero, Wittgenstein por no poder fundamentarlo ni de un modo crítico-transcendental a partir de una noción de “yo” metafísico ni de unos juegos del lenguaje en sí mismos conductistas que tampoco permiten remitirse a unos signos intérprete, al modo exigido por Frege. De todos modos, posteriormente, Apel habría propuesto evitar estas paradojas mediante una interpretación pragmático-transcendental del sujeto intérprete a partir de Peirce, aunque finalmente comprobaría como también se acabarían fomentando el mismo tipo de paradojas.