SUMMARY
En el proceso de renovación de la Iglesia española en el siglo XVIII fue fundamental la bula Apostolici Ministerii (1723) de Inocencio XIII, para el exacto cumplimiento de los decretos disciplinares del Concilio de Trento por parte del clero diocesano y del regular. Estaban un tanto postergados hasta el momento. Analizamos los orígenes de ese documento y el decisivo papel que en su negociación, redacción y aprobación tuvo el cardenal Luis Belluga, obispo de Cartagena. Enviado a Roma por Felipe V para la obtención de la bula, permaneció allí los años 1722 y 1723. La fuente básica consultada son los despachos dirigidos por el cardenal Francesco Acquaviva d’Aragona, encargado de negocios de España, a José Grimaldo, Secretario de Estado.