SUMMARY
A nivel global, las ciudades se han tornado fuente de reproducción de capitales a través de actividades desarrolladas en y sobre el espacio urbano como es el caso del turismo. En este esquema, las ciudades compiten por atraer visitantes cada vez más interesados en vivir una experiencia auténtica por sobre las propuestas turísticas estandarizadas. En este contexto, se asiste a procesos de patrimonialización mediante los cuales los sitios históricos o emblemáticos, así como también ciertas prácticas o costumbres típicas de las culturas locales son (re)valorizados por su potencial y atractivo. Estos mecanismos suponen muchas veces acciones materiales sobre el espacio y la circulación de ciertas ideas y sentidos que tienden a investir de valor a estos objetos tornándolos particulares y únicos frente a otros posibles. De este modo, el patrimonio urbano tanto material como inmaterial se torna un capital cultural y económico único, capaz de generar recursos económicos, de atraer a nuevos consumidores y turistas. En el presente artículo nos proponemos analizar el proceso de puesta en valor del paseo gastronómico Patio de los Lecheros, un solar centenario ubicado en el límite de los barrios porteños de Caballito y Flores, impulsado por un programa municipal y gestionado por capitales privados. Recuperaremos el proceso desplegado para su renovación en el contexto de su inauguración en el 2016, y que fueron abandonados una vez que el sitio logró consolidarse como un espacio de consumo gastronómico. Los sentidos desplegados inicialmente en torno a este nuevo espacio conjugaron los valores de lo histórico barrial, la figura del trabajador inmigrante y de la identidad vecinal en un proceso de patrimonialización que, junto con una renovada “puesta estética”, apuntó a construir a este sitio como un lugar original, auténtico y “para” lxs vecinxs de la ciudad basado en procesos de mercantilización del patrimonio, la gastronomía y la cultura local.