SUMMARY
Construyendo sobre la base de trabajo de otros autores, este artículo bosqueja las maneras que adoptaría una posible educación foucaultiana en la práctica, considera algunos de los desafíos, paradojas e (im)posibilidades que esa educación confrontaría y señala algunas de nuestros más arraigadas presunciones y reiteradas exigencias que deberemos abandonar si consideramos con seriedad la necesidad de una educación que fomente una orientación hacia la crítica y la curiosidad. Se discuten tres elementos del ethos filosófico de Foucault que podrían traducirse en prácticas educativas: en primer lugar, fomentar un entorno educativo que aliente la experimentación, en segundo lugar, permitir el desarrollo de la conciencia de que nuestra condición es definida y construida por una cultura dada en un determinado momento histórico, y en tercer lugar, alentar una actitud o disposición hacia la crítica – con el foco en la producción de una serie particular de disposiciones que deberían ser valoradas y fomentadas. Todo lo cual, tiene consecuencias para el docente.