SUMMARY
Este artículo sostiene que al capitalismo transnacional lo apuntala un “orden hidráulico”: un paradigma que propone los flujos desinhibidos de capital, bienes y personas como conductos del desarrollo. Rastrea las asimetrías de este paradigma en los paisajes y la economía visual de la industria de turismo masivo en la República Dominicana, mostrando cómo el Estado ejerce su “poder hidráulico” (Deleuze y Guattari) para producir y regular el paisaje como una fantasía caribeña. Contra este espectáculo, analiza representaciones recientes del paisaje en las artes visuales argumentando que al visibilizar ecologías residuales y lugares y sujetos marginales se crean contraflujos en el orden hidráulico.