SUMMARY
En las comunidades rurales de las Parroquia González Suárez y Ayora de las Provincia de Imbabura y Pichincha, respectivamente, gran cantidad de asalariados que lograron acumular capital han decidido convertirse en microempresarios de monocultivos de frutillas. Este cambio en el uso de la tierra ha ocasionado una reestructuración socioterritorial provocando en las comunidades; impactos ambientales, socioculturales y económicos, generado así, un conjunto de tensiones sobre la visión de la tierra, el territorio y los recursos naturales. Esto ha abierto reflexiones sobre la productividad y la ganancia, sobre la práctica de valores comunitarios y el sentido de la agricultura familiar campesina para las comunidades indígenas. Y, considerando que el monocultivo tiene afectaciones irreversibles en la tierra, ponen en el debate la necesidad apremiante de incorporar en la agenda de las organizaciones y del movimiento indígena la exigencia de la construcción de territorios rurales sostenibles, en conjunto con el Estado y las autoridades locales.