SUMMARY
Durante el reinado de José II un profundo cambio cultural tuvo lugar entre los grupos dominantes en los campos intelectual y religioso con la aceptación de ideas filosóficas y pedagógicas que llevaban un distintivo sello ilustrado y protestante. Este cambio cultural fue aplicado a la enseñanza de la religión por algunas figuras relevantes de las élites episcopales y pedagógicas (J. A. Gall, F. M. Vierthaler, F. de Paula Gaheis, J. M. Leonhard). Se escribieron nuevos manuales y libros de texto del catecismo que introducían nuevos métodos dialógicos, mayor narrativa y que tomaban prestada la tipología de los cuentos morales de Rochow. El contenido de los libros del obispo Gall era fuertemente racionalista, mientras que los textos posteriores intentaban equilibrar razón y fe. Vierthaler, Gaheis, y Leonhard usaron un lenguaje más apropiado para los niños y más cercano al Nuevo Testamento, con el uso de parábolas y cuentos. El denominado método socrático fue usado de diferentes maneras por estos autores. En la época de la Restauración, a pesar del proceso de confesionalización de la escuela, la herencia del espíritu de la Ilustración permaneció presente, pues por ley la pedagogía que se enseñaba en las cátedras académicas y en los cursos de formación del magisterio del Imperio fue la definida por Milde, que tenía una impronta kantiana y que subrayaba la importancia de desarrollar la ley moral interna en los alumnos. Leonhard fue un seguidor de Milde y su catecismo, aprobado para las escuelas elementales durante décadas, llevaba su sello.Así, a finales del siglo XVIII y a principios del XIX una nueva manera de enseñar la religión fue introducida, debatida y contestada en los territorios católicos de los Habsburgo. Se discutieron las teorías de Rousseau y Salzmann; se confrontaron el racionalismo y la fe, la religión natural y la revelación. Al final se prestó más atención a la psicología y al lenguaje del niño. La fractura cultural provocada por el josefinismo se hizo menos severa: se restauró la ortodoxia, pero nuevas ideas pedagógicas penetraron de hecho en la enseñanza de la religión.