SUMMARY
El teatro, en tanto espectáculo, está hecho de acciones y palabras que, como los recuerdos trasmitidos por la voz, vuelan, no es un archivo que permanece. ¿Puede, en estas condiciones de fugacidad, proponer transformaciones sociales o artísticas? Pensando en esta pregunta hemos escrito este ensayo, dedicando los primeros apartados a los aspectos metodológicos del problema y los últimos a los fundamentos ideológico-educativos. Esto será realizado desde la propuesta dramatúrgica y escénica de Augusto Boal que entregó, como todos sabemos, una gran contribución al teatro político.