SUMMARY
Este artículo establece algunos parámetros tanto teóricos como prácticos en cuanto a la relación y el reciclaje del teatro de los años 60 de la gama neovanguardista y el de los '90 de la desintegración que desembocan en un teatro del nuevo milenio de similar estilo absurdista. Se analizan dos obras: Cachetazo de campo (1997) de Federico León y Acassuso (2007) de Rafael Spregelburd para enfatizar tanto el apogeo del teatro de la desintegración de los noventa como también para explorar las tendencias que persisten en el teatro del siglo XXI.