SUMMARY
El objetivo de este artículo es analizar la influencia de Toni Morrison en la música y las artes visuales, hasta ahora poco estudiada. En 1994, Morrison fundó el Atelier en la Universidad de Princeton, un programa interdisciplinar para apoyar las artes y fomentar colaboraciones entre artistas y estudiantes de distintas disciplinas. Asimismo, Morrison demostró su maestría en géneros literarios y artísticos muy diversos que incluyen la autoría de novelas, relatos, libros infantiles, crítica literaria, canciones, además de los guiones de un musical y una obra de teatro. Teniendo en cuenta esta relación interdisciplinar de la propia autora con su obra, la primera parte del artículo explora las respuestas musicales a la producción artística de Morrison, con especial énfasis en las mujeres negras; ejemplos de ello son la rapera Akua Naru, la cantante de neo-soul India Arie y la vocalista y compositora Janelle Monáe. La manera en que Morrison representa en su obra la complejidad de las relaciones interseccionales entre el género, la raza y la clase social a lo largo de la historia de Estados Unidos también ha inspirado a artistas visuales. En este sentido, la segunda parte del artículo analiza las creaciones de las artistas afroestadounidenses Kara Walker, Lorna Simpson y Amy Sherald. La forma en que Morrison ha sido capaz de articular la diversidad de identidades afrodescendientes también produce una respuesta creativa al otro lado del Atlántico a través de Lubaina Himid, artista africana afincada en Gran Bretaña y primera mujer negra en ganar el prestigioso Premio Turner en 2017.