SUMMARY
Este artículo indaga sobre el papel central que tiene la ética, en especial la discusión sobre sus límites, en la vida cotidiana de los pobladores de La Victoria. Enfrentados a la incertidumbre diaria que proviene de las distintas posibilidades de acción, opinión y decisión, los pobladores han desarrollado una fuerza que emana de sus relaciones sociales y les permite mantener sus convicciones –o límites éticos– en el tiempo. Esta fuerza es a lo que muchos pobladores en distintas conversaciones llaman coloquialmente ‘control’. En el artículo describo el origen y principales características del control, para mostrar finalmente cómo el reconocimiento de éste por parte de otros pobladores es una vía para alinear a diversos grupos en torno a distinciones comunes.