SUMMARY
El argumento que defiendo en este artículo es que las teorías que Walter Benjamin desarrolló sobre tecnología nos pueden ayudar a entender mejor las posibilidades históricas y utópicas que las nuevas tecnologías ofrecen en relación a la formación de un cuerpo social. Según Benjamin, la aparición de la tecnología moderna creó una fusis colectiva en la cual era posible incorporar la tecnología directamente a la naturaleza humana. Las promesas de una naturaleza mejor, por la que no sólo mejoraría el espacio físico en el que los seres humanos viven, sino también su propia naturaleza orgánica, se pueden alcanzar tan sólo si el colectivo toma control de este cuerpo. El uso de la tecnología promovido por el capitalismo y el imperialismo, basado en el dominio de la naturaleza por parte del hombre, ha traicionado el potencial que la tecnología tenía para la humanidad y, por tanto, ha impedido su uso revolucionario. En el artículo, discuto algunas formas posibles por las que este cuerpo tecnológico puede ser reapropiado por los seres humanos y, más específicamente, por el proletariado. A través del concepto de estética que Benjamin entendió como la teoría de la percepción que analiza la relación de los sentidos hacia un mundo cada vez más afectado por la tecnología, argumentaré que el espacio de recepción cinematográfica puede ser un campo de entrenamiento para la interpenetración entre tecnología y el colectivo bajo un régimen lúdico. Mi intención con este artículo es dilucidar nuevos entendimientos teóricos sobre las posibilidades que las tecnologías digitales ofrecen en relación a la formación de un cuerpo social.