SUMMARY
Optó por vivir de su escritura al margen de la academia cuando ya los intelectuales letrados nos habíamos “profesionalizado”. Como periodista, Carlos Monsiváis (1938-2010) se dio a una escritura de trazo rápido, irónica y pensante, aun cuando el espectáculo mediático no siempre la solventaba. Le gustaban los boleros y no le temía a la cursilería. Al contrario, le atraía la cursilería en la misma medida en que despreciaba el esnobismo. Como en Chile vivimos de espaldas a América Latina, recién, un año después de su muerte, le dedicamos este escueto homenaje para resaltar fragmentos de un proyecto escritural desbordante y ácido, disperso y contundente, a contrapelo del pensamiento único y del populismo priísta, del culto al imaginario norteamericano y de la moralina vaticana.