SUMMARY
Este artículo está relacionado con la racionalidad discursiva de la “ciudad inteligente”, en el contexto en el cual se convirtió en una poderosa narrativa de cambio urbano durante la crisis en Italia - justo después de la primera etapa de la crisis en Europa, en 2011-2012. Mientras que el concepto funciona como un significante vago que podría ser utilizado para designar cualquier cosa urbana como “inteligente”, la “smart city” también entendió a las ciudades como actores del cambio, como “hackers” que podrían aprovechar la innovación tecnológica para responder a las crisis sociales y económicas. A partir de esta observación, dos argumentos son explorados en el artículo. En primer lugar, que las narrativas de las “ciudad inteligentes” siguen una larga tradición de urbanismo biológico que combina imaginarios tecno-utópicos con la cuestión más mundana de abordar las crisis económicas. En segundo lugar, que la representación de las ciudades como máquinas de crecimiento orgánico fue, al menos discursivamente, un experimento para repensar el estado de bienestar de una era de austeridad.AbstractThis article is concerned with the discursive rationality of the smart city, in the context where it became a powerful narrative of urban change in crisisridden Italy - right after the first stage of the Euro crisis in 2011-2012. While functioning as a vague signifier that could be used to rebrand anything urban as “smart”, the smart city also portrayed cities as actors of change, as “hackers” that could leverage technological innovation to respond to social and economic crises. Starting from this observation, two arguments are explored in the paper. First, those smart city narratives follow a long tradition of biological urbanism, combining techno-utopian imageries with the more mundane question of addressing economic downturns. Secondly, that the depiction of cities as organic growth machines was, at least discursively, an experiment in rethinking the welfare state for an age of austerity.