SUMMARY
Los hechos e inferencias expuestos en este escrito, y los argumentos que lo avalan, permiten concluir que la «extensión de la mente”, abierta en el curso del proceso evolutivo desde siempre y hoy acelerada por obra de la intervención humana, en ningún caso nos autoriza a considerar que la «extensión de la mente” ha hecho cambiar la naturaleza humana, tal como siempre la hemos conocido. No tiene justificación por tanto, hablar de transhumanismo, como si hubiera aparecido, en el momento de la Singularidad, un hombre nuevo, un «transhumano», cuya naturaleza hubiera sufrido cambios sustanciales con relación a la naturaleza humana de siempre. Por ello, consideramos que debemos seguir hablando de un «humanismo extensivo». No más.