SUMMARY
El presente artículo aborda una forma específica de encuentro entre la música emergente asociada al rock de la zona metropolitana de Buenos Aires (Argentina) y las instituciones estatales durante el período 2009-2015, como parte de la emergencia de formas de organización musical que constituyen una nueva institucionalización. Revisa críticamente las investigaciones que han abordado, en los últimos lustros, la relación entre rock y política. Asimismo, describe etnográficamente una trama de relación entre proyectos musicales y una política pública dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación. De esta manera, se encuentra que el vínculo de los músicos con el Estado adquiere una nueva implantación y legitimidad, en comparación con la relación negativa y exterior planteada en la literatura consultada. En base a ello, el artículo argumenta la necesidad de otorgarle una positividad al vínculo de la música con el Estado, a fin de mejorar la comprensión de los fenómenos musicales contemporáneos.