SUMMARY
Un fenómeno de particular relevancia internacional paralelo a la pandemia por COVID-19 ha sido la “infodemia” ligada a ella, especialmente las teorías conspirativas anti-vacuna. Una de las disciplinas que potencialmente podría ofrecer posibles soluciones a los riesgos surgidos de la infodemia es la ética de medios. No obstante, las producciones vinculadas a esta disciplina han sido sumamente escasas en los últimos meses. La hipótesis de este artículo reside en que dicha escasez es indicio de un problema meta-teórico que va más allá de la situación actual. Para confirmar dicha hipótesis se analizarán investigaciones sobre el vínculo entre sesgos cognitivos y teorías de la conspiración, así como también el cómo estos sesgos se relacionan con la post-verdad y las fake news. Según se argumentará, el problema meta-teórico de la ética de medios, correlacionado a la escasez de producciones en los últimos meses de particular urgencia para nuestro contexto, se debe a un descuido de las características propias de la cognición intuitiva derivado de la metodología tradicional en las éticas aplicadas, a saber, la aplicación de criterios normativos que suponen un modelo racionalista de la formación de juicios morales.