SUMMARY
El descubrimiento de Polinesia fue una fuente inagotable de imágenes que hicieron soñar a los europeos a lo largo de dos siglos. Tahití representa para los viajeros europeos ese paraíso ideal que los viajeros del siglo XVI encontraron en América. Pero los viajeros franceses que escriben sobre Tahití no intentan describir el paisaje de las islas, recrean un decorado para satisfacer dos nostalgias: la del paraíso insular exótico y la de la edad de oro. El mundo tropical se revela al viajero como elmarco de la única vida digna verdaderamente de ser vivida.