SUMMARY
En la literatura popular de España en los siglos XVIII y XIX llama la atención por su ausencia la figura de la criada. Con la excepción de obras de teatro publicadas en sueltos, y que tienen su origen en el teatro del Siglo de Oro, se limita la presencia de la criada en la literatura popular de este período a una serie de ejemplos de mal comportamiento que aparecen, mayoritariamente, en las últimas décadas del siglo XIX, y que ofrecen una visión positivista del destino de la criada buena y de la mala. A diferencia de estas historias de ejemplaridad, que anulan la posibilidad de ejercer el libre albedrío, una historia famosa circula en forma de suelto a partir del XVIII, y que pone en tela de juicio el papel de la criada, de forma que en él entran en juego cuestiones de género y de clase. Al interpretar esta historia según el modelo de Bronfen, en el que la literatura ofrece como consolación para el lector masculino el mal comportamiento y castigo de las mujeres, se revela cómo éstas sirven de chivo expiatorio de los males de la sociedad.