SUMMARY
En un momento de crisis generalizada y gestación de cambios profundos en la sociedad española como fueron los años finales del siglo XVIII, la Inquisición española encontró una última oportunidad de expresar, con una renovada vitalidad, su papel como vigilante de la pureza de la fe en el reino y defensora del antiguo orden que ella representaba. Analizar cuáles fueron entonces sus objetivos de persecución y control, los instrumentos de los que se valió para procurar culminarlos, así como las dificultades y resultados obtenidos en tal proceso son los aspectos en los que se centra el presente trabajo, estudiados a través del caso del tribunal inquisitorial de distrito de Logroño, un tribunal que por su estratégica posición fronteriza jugó un papel especialmente relevante en esa etapa finisecular.